Jueves, 30 de abril de 2015
PÁSALO:
Este 1º de Mayo las mujeres VOLVEREMOS A LAS CALLES:
- Porque la emancipación y la libertad de las mujeres están en juego en una Europa donde las políticas de la Troika presionan constantemente a los gobiernos para que se rebajen los salarios y las condiciones de trabajo, lo que conduce al incremento progresivo de la desigualdad salarial entre mujeres y hombres. En la Unión Europea, la diferencia salarial más baja entre mujeres y hombres es del 16,2%, llegando a más del 25% en algunos casos, y no cesa de aumentar. Con el trabajo precario, un 21,2% de europeas tienen un salario inferior al salario mínimo interprofesional. Tampoco es casualidad que los sectores de actividad donde se gana menos y hay mayor brecha salarial, sean generalmente sectores feminizados.
- Porque aún existen países en la UE donde hay una discriminación directa y sin tapujos de las mujeres, con convenios colectivos que establecen “categorías femeninas”, de menor rango y más bajos salarios que los hombres que realizan idéntico trabajo; y en otros muchos se practica una discriminación menos evidente, pero igualmente grave, como es el caso de los contratos a tiempo parcial, que representan el 32,1% del total de contratos para las mujeres y el 9% para los hombres.
- Porque las mujeres trabajadoras vivimos hoy situaciones de extrema precariedad laboral: la mayoría conformamos el último eslabón de la cadena, sufriendo la sobreexplotación impuesta en el mercado laboral, y cada vez más desprotegidas de los abusos empresariales. Pero también porque las medidas de austeridad de los diferentes gobiernos europeos conducen a muchas mujeres al trabajo sumergido (que las priva del derecho a pensión, a prestaciones por desempleo, etc.), o a buscar otras formas de supervivencia, como la prostitución y el sometimiento a mafias de todo tipo.
- Porque entendemos que ningún proceso revolucionario y de cambio podrá darse sin contar con el 51% de la ciudadanía. Sin la incorporación de las mujeres no va a ser posible avanzar hacia una Europa que se construya sobre los cimientos de la igualdad, en un nuevo escenario de relaciones de poder compartido entre hombres y mujeres. Sin las mujeres en este proceso y sin el feminismo no habrá revolución ni cambio real.
Nuestro país
- En España, donde la situación para el conjunto de la población es dramática, con una tasa de paro, en estos momentos, del 23,78%, con el número de hogares donde ninguna de las personas activas tiene trabajo en aumento (1,8 millones en la actualidad), una cobertura del desempleo que cubre a poco más de la mitad de la población en paro, un sistema sanitario que era universal y de calidad, en caída libre, etc., etc. se está aprovechando la crisis para consolidar un retroceso sin precedentes en los derechos y la igualdad de las mujeres.
- Según los datos del primer trimestre de la EPA, en este 2015 la brecha entre mujeres y hombres en el mercado laboral (ocupación y paro, salarios, etc.), ha disminuido ligeramente, PERO NO PORQUE HAYA MEJORADO LA SITUACIÓN DE LAS MUJERES, SINO PORQUE HA EMPEORADO NOTABLEMENTE LA DE LOS HOMBRES, debido a la caída del empleo en los sectores donde los hombres eran abrumadoramente mayoritarios como es el caso de la construcción y la industria.
- De continuar las actuales políticas de desregulación de las condiciones de trabajo y de recorte de los salarios, llegaremos a la igualdad…en la miseria, porque aunque son los hombres quienes más empleos y salarios han perdido, los nuestros, los de las mujeres, ya eran precarios de entrada.
- Con una brecha de 10 puntos, en la Tasa de Empleo: Hombres 62,2% (9,5 millones), mientras las mujeres nos quedamos en el 52,2% (7,9 millones, siendo mayoría en la población activa).
- Con una Tasa de Paro del 24,95% frente al 22,7% masculino.
- Con unos salarios, en media anual, un 31% inferior al de los hombres
- El “roll” de género (las madres son el 94,5% de las excedencias para el cuidado de hijas e hijos, y similar para el cuidado de familiares) y el papel subalterno asignado a la mujer en el mercado laboral, junto a sus bajos salarios, tienen consecuencias devastadoras en su acceso a los sistemas de protección social como las pensiones o la prestación por desempleo.
Por todo lo anterior, proponemos:
1.- Acabar con la segregación horizontal y vertical del trabajo en los sistemas productivos.
3.- Potenciar e incentivar el uso de los derechos de reducción de jornada y excedencia por parte de los hombres.
4.- Erradicar la economía sumergida, mayoritariamente sustentada en mujeres.
5.- A igual trabajo, igualdad salarial y de condiciones laborales.
7.-Acabar con el empleo precario y los fraudes en la contratación.
8.- Aumentar el permiso de paternidad a 16 semanas, no transferibles
9.-Medidas incentivadoras de compatibilización de las tareas profesionales y familiares entre todos los miembros de la familia.
10.- Escolarización publica de los menores de 0 a 3 años.
11.- Refuerzo del Estado de Bienestar y de los presupuestos públicos destinados a este fin, especialmente en lo que se refiere al cuidado de las y los menores, y personas dependientes.
Reclamamos, en definitiva, un trabajo digno para las mujeres, con salarios y condiciones laborales que respeten el ejercicio pleno de nuestros derechos como trabajadoras y como ciudadanas.
Somos conscientes, sin embargo, de que para alcanzar esa meta muchas otras cosas tienen que cambiar en nuestras sociedades. De ahí que seamos las primeras y más interesadas impulsoras de un sistema en que el trabajo, tanto productivo como reproductivo, esté al servicio del bienestar de las personas y no de los “Mercados”; que hagamos nuestra la lucha por la reducción del tiempo de trabajo, repartiendo equitativamente la riqueza que generamos; por la defensa de unos Servicios Públicos de carácter universal que cubran las necesidades de la gente y también las tareas de cuidados, liberando a las mujeres de una responsabilidad que debe ser colectiva y en cuya imposición coinciden los intereses del capital y del patriarcado.
POR OTRA EUROPA DONDE LAS MUJERES Y EL FEMINISMO SEAMOS UNA FUERZA DETERMINANTE