Las mujeres de IU en la provincia de Jaén condenamos el
asesinato supuestamente a manos de su marido de una mujer vecina de Peal
de Becerro, acto que ha sido ya señalado por el IAM como un nuevo caso
de violencia machista para el que no existían denuncias previas.
Asimismo, queremos señalar que la violencia contra las mujeres es una
violencia estructural, una violencia asumida aún por gran parte de la
sociedad como inherente a la condición humana o al hecho biológico de
que existan dos sexos entre los seres humanos y que, por tanto, hechos
tan lamentables como el de Peal de Becerro van a formar parte de manera
inevitable de la crónica negra o de la sección de sucesos de los
noticiarios.
Desde Iu queremos denunciar la resignación social y a menudo la
indiferencia política que suele rodear los casos de violencia machista
que, como violencia estructural, requiere una respuesta estructural por
parte de la sociedad y sobre todo de los poderes públicos:
Cuando se fomenta o se permite una escuela segregadora, que ofrece
modelos educativos diferentes para niñas y niños, roles diferentes para
unas y otros y destinos diferentes en función del sexo de las personas,
se está alentando la violencia de género.
Cuando en los medios de comunicación públicos, y también privados,
se da cabida a la publicidad sexista, a series, películas, videoclips,
etc. que ofrecen una imagen degradada y reduccionista de la mujer, o se
asume que los servicios sexuales y la prostitución es un producto más
del mercado, y que como tal tiene que tener su espacio publicitario, se
está fomentando la violencia de género.
Cuando de manera mayoritaria se asume que las tareas de
reproducción y el enorme tiempo vital cotidiano que consumen son asunto
fundamental de tan sólo la mitad femenina de la humanidad, se están
estableciendo las bases de una desigualdad estructural que conlleva sin
duda situaciones desiguales de poder y dominio entre hombres y mujeres.
Cuando nos preocupamos de la vida que aún no ha nacido y de sus
derechos fundamentales pero nos olvidamos de tales derechos y de la
preservación de las condiciones dignas de desarrollo y de vida de los
seres humanos, entendiendo que una vez puestos en el mundo eso es tarea
de quienes en primera instancia los han traído a él, esto es, las
madres, estamos ejerciendo una insoportable y desigual violencia sobre
las mujeres, sobre todo las que carecen de los recursos necesarios,
señaladas como responsables primeras, y últimas, de esas vidas.
La dependencia económica, psicológica o afectiva que muchas mujeres
de cualquier edad todavía presentan respecto a sus parejas tiene unas
causas. Ellas son las responsables de que muchas mujeres ni tan siquiera
contemplen la posibilidad de denunciar los malos tratos que reciben de
sus parejas porque, de manera consciente o inconsciente, saben que
tienen enfrente a una sociedad que todavía no da la misma validez a la
palabra de una mujer que a la de un hombre, que todavía tiene reparos en
reconocer que lo público infiltra lo privado y que el ámbito doméstico
es hoy más que nunca gracias a los medios de comunicación, un trasunto
del ámbito público.
Es por ello que desde el Área Provincial de la Mujer de IU nos
sumamos al dolor de la familia y condenamos el asesinato de nuestra
vecina de Peal de Becerro con tanta fuerza como con la que condenamos
la hipocresía y el fariseísmo de una sociedad que se lamenta tarde de un
mal que no hace nada por reparar ni prevenir. Que los discursos
formales no nos llamen a engaño a las mujeres: persisten las
desigualdades y sus nefastas consecuencias en nuestra sociedad, y en
tiempos de crisis estas no hacen más que agrandarse. Atajemos las causas
ya.
Jaén, 19 de abril de 2013.
Área provincial de la Mujer de IU